Feliz que me puedas leer.
Te cuento un poco de mí. Como toda niña promedio salí del colegio y estudié una carrera profesional que duró 6 años en la Universidad, al salir encontré trabajo casi de inmediato (lo que es una bendición en este país), a los 26 años me casé feliz con mi amor y compañero hasta el día de hoy. Hasta ahí todo transcurría tranquilamente. Con el nacimiento de mi primer hijo mi vida cambió completamente, y no lo digo en el sentido más obvio, sino que algo en mi interior no me dejaba tranquila. Los primeros meses fueron extenuantes, incomprensibles por mí, aterradores, emocionantes. Como mamá primeriza los dejé pasar, luego vino mi segunda hija y eso provocó en mi un STOP!!. Realmente paré y me dediqué por primera vez a escucharme, escuchar mi cuerpo y escuchar mis sentimientos. Luego de varios meses dedicados a leer, escuchar, comprender, por fin me siento liberada y en armonía conmigo. Entendí que hay muchos procesos de la mujer que están escondidos en esta sociedad que nadie te cuenta, que existe el puerperio, que la vida de un hijo debe tarer pura felicidad y no soledad, que el mundo debe adaptarse a los niños, no los niños al mundo, y así.
Por eso decidí crear este blog, porque me faltó tribu para comenzar la crizana de mis hijos, porque me faltó conciencia para tener un parto más humanizado, y porque creo que debemos juntarnos y apoyarnos las mujeres, junto a nuestro hombres, para crear una sociedad con más amor, centrada en el respeto.
Escribo también porque dicen que expresar y materializar los deseos sirve, y yo deseo desde mi corazón que mis hijos crezcan con olor a mamá. Me niego a perderme su niñez y creo firmemente que necesitan apego materno para crecer felices y seguros. Lucho por eso todos los días.
Ojalá mi blog te sirva para que te sientas acompañada.
Te envío un enorme abrazo.
Francisca.
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